Cada uno de nosotros tiene aspectos de si mismo que les agrada y aspectos que no.
Pueden ser aspectos físicos, emocionales, tenemos aspectos de la personalidad que nos atrevemos a mostrar y otros que no.
Estos aspectos que no nos agradan tratamos de esconderlos, taparlos, disfrazarlos, ignorarlos etc...
Pero cuánto más los tratamos de ocultar, más tratan de salir, generando una lucha y guerra interna sin fin.
Esta guerra es una guerra o batalla sin sentido, pues tarde o temprano ese aspecto que tanto rechazamos termina saliendo a la luz con más fuerza que antes.
Entonces....contra que luchamos?
Que parte de nosotros mismos no queremos más y creemos que resistiendola va a dejar de ser?
Tal vez tu ira?, Tu melancolía?, Tu tristeza?, Tu sentimiento de soledad o abandono?....
Que parte de ti no quieres ver, sentir o aceptar y te resistes a ello?
Te resistes cuando la ignoras, la juzgas, la ocultas...
Puedes hacerte consciente de tus acciones cuando esa parte quiere expresarse?
Que haces para no sentirla o verla?
Fumas, comes, estás con las redes sociales?,tomas alcohol?, miras TV?
Que sucedería si en lugar de luchar te rindes....?
Esa parte de ti saldría a luz y fluiria liberandose toda esa energía aprisionada en tu interior...una energía que enferma y te mantiene en un estado de estrés permanente, un estado de lucha,de defensa y ataque.
Pero....que es esa energía?, ese aspecto de nosotros mismos que tanto resistimos?
Es simplemente un aspecto que hemos juzgado como "malo" o "no correcto" para vivir bajo las normas familiares o de la sociedad.
Quien dice lo que está bien o mal?
Eso son solo creencias, pues lo que está bien para algunos, está mal para otros...
Nuestra cultura occidental con sus bases en creencias judeo-cristianas, ha creado el monstruo de la "culpa", y es esa culpa la que no nos deja vivir en paz.
Esto no sucede en otras culturas como en Oriente con sus bases en el budismo, en esta cultura no existe la culpa como tal....Tu simplemente eres y hagas lo que hagas, hay una razón más allá de nuestro entendimiento para hacerlo....
La culpa o el remordimiento, como tales, no traen nada bueno a la vida. Son expresiones de reproche por haber actuado en contra de nuestras convicciones. No es exactamente conciencia de haber hecho daño, sino fustigamiento por no haber estado a la altura de lo que pensamos acerca de nosotros mismos.
Lo aconsejable no es martirizarnos por lo que hicimos, sino encontrar el significado de esos actos o de esas palabras por las que nos arrepentimos. Para comprenderlo es necesario encontrar las causas que nos llevaron a actuar de esa manera y las consecuencias que esto genera, para nosotros mismos y para los demás. Luego, aceptar que estamos en un proceso de evolución y que cualquier hecho tiene el potencial para enseñarnos algo.
Por lo tanto, es hora de encontrar el equilibrio y dejar de luchar..
Aceptarnos a nosotros mismos tal y como somos es la rendición...
Dejar de culparnos y juzgarnos es el camino hacia nuestra liberación y el comienzo de nuestra sanación...
Amarnos a nosotros mismos finalmente, nos hará ganar la guerra.
Maria Martha de Benito
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